SÉPTIMA TIERRA GUALTALLARY

Séptima Tierra Gualtallary es parte de la línea Séptima Tierra, con el que buscamos expresar el ADN del terruño con la impronta y el estilo de Bodega Séptima.

Los vinos de Séptima Tierra son genuinos e irrepetibles y expresan de manera definida su lugar de origen y el carácter de la zona en la que nacen. En esta línea, la búsqueda está orientada a explotar las bondades de los microterruños.

Séptima Tierra es una línea de 4 Malbec que muestran las cualidades particulares de distintas zonas geográficas determinadas. Seleccionamos 3 incas puntuales en los más prestigiosos terruños de Argentina: Agrelo, Los Chacayes y Gualtallary

La elección de 3 microzonas diferentes respecto a: su altura, la composición del suelo, las temperaturas, la fermentación de los vinos con levaduras nativas y la crianza de cada uno, ya sea en roble o acero inoxidable.

En Séptima Tierra, buscamos capturar el paisaje en cada botella.

¿Qué es un terruño? Es lo que define en su esencia a un vino.

Es la interacción entre el suelo, el clima, la situación geográfica, la variedad de la uva, las labores culturales de hombres y mujeres en un lugar determinado.

Los vinos de terruño tienen el valor de reflejar el lugar en el que nacen sus uvas, y esa característica es lo que los hace únicos.

Durante años trabajamos estudiando diferentes parcelas de distintas fincas para elaborar vinos con identidad irrepetible. La identidad de cada vino es el atributo más especial y distintivo.

Séptima Tierra Gualtallary

Gualtallary, Valle de Uco: A 1.310 m.s.n.m. es la próxima zona modelo de los terruños argentinos. Las temperaturas máximas no son tan altas durante el día, pero encontramos una elevada amplitud térmica entre el día y la noche gracias a la altura.

Maridaje ideal: Quesos duros madurados como parmesano, o bien carnes de caza asada como cordero y chivo.

Temperatura de servicio: 14 y 16 grados

Vista: Es un vino tinto de color granate medio.

Nariz: Una explosiva expresión floral de violetas y rosas en un marco frutal de aromas a guindas y moras negras, acompañadas de cedro y mirra, y sutiles notas de pimienta rosa, típicas de su terruño.

Boca: En el paladar es firme y fluido, de cuerpo medio frutal y algo ahumado (cedro); con taninos definidos de gran longitud y acidez equilibrada, que le aporta un final largo y elegante.